¿CUÁNTA AGUA NECESITAS BEBER?
Con el cambio de estación y la llegada del verano, las necesidades de nuestro cuerpo también cambian. En particular, aumenta la necesidad de líquidos, incluso si esto no siempre se siente y se traduce en ganas de beber. Por eso es importante reponer los líquidos que perdemos en las actividades normales diarias y no diarias, tanto a través del consumo directo de agua como a través de la nutrición.
6 FUNCIONES IMPORTANTES DEL AGUA
Transporta los nutrientes del cuerpo.
Permite intercambios entre el exterior y el interior de las células.
Favorece la acción de los jugos gástricos y las enzimas.
Permite la eliminación de residuos y por tanto la desintoxicación del organismo.
Mantiene constante la temperatura corporal al evaporarla a través de la piel.
Entra en la formación de fluidos fisiológicos, como el ocular, y de los secretores de los sistemas digestivo, respiratorio y urinario.
Pero, ¿cuánta agua necesitamos todos los días?
El requerimiento diario de agua para una persona sana es de aproximadamente 3 litros, tanto a través de bebidas como de alimentos, especialmente frutas y verduras. Esta cantidad permite equilibrar las pérdidas diarias de agua que se producen a través de la orina, las heces, la respiración y la sudoración (alrededor del 6% del agua presente en el organismo), y cuya cantidad aumenta claramente durante el período de calor. Por eso sería buena idea beber de 6 a 8 vasos a temperatura ambiente durante todo el día, para aumentar con la llegada del verano.
Pero presta atención a la cantidad si ...
Hay algunas categorías de personas que, por condiciones particulares, tienen diferentes necesidades en relación a la ingesta de agua:
Quienes consumen una dieta alta en proteínas, practican deportes o viven en un clima cálido tienen una mayor necesidad de agua.
Lo mismo ocurre con quienes padecen inflamación del tracto urinario, uricemia, cálculos renales, diarrea, vómitos o fiebre.
Las personas propensas a padecer insuficiencia cardíaca, gastritis, hundimiento del estómago y aerofagia deben limitar su ingesta de agua, en cualquier caso, siguiendo los consejos del médico.
La ingesta diaria de unos 3 litros de líquidos incluye, además de agua, también bebidas como infusiones, café de cebada, té, zumos de verduras, zumos y sopas.
Se debe prestar especial atención a las bebidas alcohólicas: dado que favorecen la deshidratación, sería mejor no tomar más de 1 vaso al día.
Drenaje: 8 alimentos y 6 plantas diuréticas
El término "retención de agua" indica la tendencia del cuerpo a retener el exceso de líquidos en los tejidos. Este trastorno afecta principalmente a zonas predispuestas a la acumulación de grasa, como muslos y glúteos, provocando hinchazón y estancamiento de líquidos y toxinas: la celulitis es la clara manifestación visible de este fenómeno.
La hinchazón abdominal, a menudo considerada grasa, también puede deberse a la retención de agua. La llegada de las vacaciones de verano es por tanto una excelente excusa para dedicarse al drenaje de los excesos de líquidos.
El primer paso es claramente beber más, preferiblemente con el estómago vacío: por la mañana nada más despertarse, antes de las comidas principales, media mañana y media tarde y también durante la actividad física. En cambio, sería mejor limitar la cantidad de agua que se toma durante las comidas, para evitar la fatiga en la digestión y la formación de gases abdominales, que dilatan la cintura, induciendo también somnolencia y ralentización metabólica.
Otro paso fundamental es introducir en la dieta una mayor cantidad de alimentos drenantes, en especial frutas, verduras y sustancias naturales.
Muy eficaz en este sentido es la fruta con una buena cantidad de vitamina C, que también ayuda a proteger los capilares: durante el verano solo queda el bochorno de elegir entre MELOCOTONES, ALBARICOQUES, SANDÍAS y MELONES. También hay muchas verduras que pueden promover un buen drenaje; entre los de temporada los más indicados son CALABACIN, APIO, ACHICORIA y LECHUGA. Luego hay varias sustancias naturales con fuertes propiedades diuréticas que normalmente no tomamos con la comida, pero que se pueden encontrar en forma de infusiones y suplementos. Son bien conocidos el Diente de León, diurético por excelencia, y el TÉ VERDE. No menos eficaces son PILOSELLA, BIRCH, EQUISETO y LESPEDEZA, excelentes agentes drenantes naturales.