INTOLERANCIA A LA LACTOSA: cómo SUPERAR EL PROBLEMA.
Cada vez escuchamos más sobre la intolerancia a la lactosa: si no la padecemos de primera mano, es casi seguro que conocemos a alguien que se ve afectado por ella. Y muchas personas confunden este problema con reacciones alérgicas, mientras que estas son dos situaciones muy diferentes.
Para afrontar la intolerancia de forma sana y correcta, y para aprender a gestionarla, debemos comprender verdaderamente qué problema se esconde detrás de las palabras intolerancia a la lactosa. Tratemos de entender de una manera sencilla y paso a paso, qué sucede cuando una persona se encuentra teniendo que manejar esta situación.
La historia de la lactosa que ingerimos
La lactosa es el principal azúcar de la leche. Consta de dos unidades vinculadas: glucosa y galactosa.
Cuando comemos alimentos que contienen lactosa, llega a los intestinos. AquÃ, normalmente, hay un agente especÃfico (una enzima) llamada lactasa, que digiere la lactosa o la descompone en sus dos componentes: como una tijera que corta el hilo que une la glucosa y la galactosa. Esta acción de división es crÃtica porque la glucosa y la galactosa solo pueden ser absorbidas por el intestino una a la vez, no unidas como en la lactosa.
Intolerancia a la lactosa
Las personas intolerantes a la lactosa producen poca lactasa, un problema que puede ser congénito o adquirido con la edad (a veces incluso puede ser transitorio, como resultado de algunas enfermedades).
¿Qué sucede cuando una persona intolerante toma lactosa?
Cuando llega la lactosa, la pequeña lactasa que se encuentra en el intestino comienza a realizar su tarea, descomponiendo la mayor cantidad de lactosa posible. Pero si la cantidad de lactasa no es suficiente, no puede encargarse de todo, y parte de este azúcar avanza más, pasando a otra zona del intestino, decididamente diferente: el colon. Este tracto intestinal está poblado por criaturas microscópicas: la flora intestinal, de la que tanto se habla, y que es tan importante para el bienestar del organismo.
Algunos de los microorganismos de la flora son muy ávidos de lactosa, y en cierto sentido la "comen" utilizándola como energÃa, a través de la fermentación. Los desechos de este proceso son muchos gases diferentes, incluido el hidrógeno.
Por si fuera poco, la presencia de lactosa en el colon extrae agua. El intestino luego se llena de lÃquidos y gases, provocando los sÃntomas tÃpicos de intolerancia: distensión abdominal, calambres abdominales dolorosos, diarrea, flatulencia, distensión abdominal.
¿Es posible "curar" la intolerancia a la lactosa?
Casi siempre, cuando aparece la intolerancia a la lactosa, se convierte en una condición que persiste durante toda la vida. Por otro lado, no existen terapias capaces de aumentar la capacidad del intestino para digerir la lactosa. Solo en algunos casos esta intolerancia puede ser temporal, o cuando la reducción en la cantidad de lactasa es consecuencia de un daño en el intestino causado por determinadas drogas o enfermedades. En estos casos, cuando se resuelve el daño intestinal, la intolerancia desaparece.
Sin embargo, los sÃntomas de intolerancia se pueden remediar mediante unos hábitos alimentarios adecuados que permitan evitar tanto la aparición de trastornos como el riesgo de deficiencias en nutrientes importantes para el bienestar del organismo.
Es bueno saber que existen intolerancias a la lactosa con diferentes efectos; algunas personas solo tienen una leve deficiencia de lactasa y esto les permite tomar una cierta cantidad de lactosa sin problemas.
Cada persona puede enmarcar su nivel de intolerancia, aprendiendo a autorregularse en la ingesta alimentaria.
¿Puede una persona intolerante a la lactosa correr riesgos para su salud?
Básicamente no, pero su alimentación debe ser variada y equilibrada, para obtener la cantidad adecuada de calcio, sustancia fundamental ante todo para la salud de huesos y dientes.
¿Realmente se debe evitar la leche?
La cantidad de leche que pueden consumir los intolerantes a la lactosa varÃa según la cantidad de lactosa que se ingiera de otros alimentos durante el dÃa. De media, una buena parte de las personas intolerantes consiguen consumir unos 12 gramos de lactosa al dÃa sin ningún problema (equivalente a unos 250 ml de leche de vaca). Para las personas que no desean reemplazar la leche con alimentos de igual valor nutricional, es recomendable consumir leche con alimentos sólidos que pueden disminuir la velocidad a la que los alimentos pasan del estómago al intestino delgado. Si la lactosa viaja más lentamente en el intestino, se puede digerir más fácilmente. También hay leches con un contenido reducido de lactosa o incluso sin ella.
¿Y el yogur?
Por lo general, el yogur (excepto aquellos con crema de leche) es más tolerado que la leche porque contiene menos lactosa y también porque los fermentos lácticos presentes pueden ayudar a digerirlo.
¿Y los quesos?
En los quesos la presencia de lactosa es variada y en cualquier caso disminuye en combinación con el alargamiento del perÃodo de envejecimiento. Por eso es mejor elegir quesos curados en lugar de frescos. Los quesos como el Grana o el Parmesano tienen un contenido de lactosa cercano a cero.
Pero…
Hay personas cuya intolerancia es tan alta que se ven obligadas a eliminar de su dieta cualquier fuente de lactosa.
Desafortunadamente, a veces la lactosa está presente en alimentos que parecen estar fuera de toda sospecha (como preparaciones para puré de papas, embutidos…) o en algunos medicamentos. Además, es posible que no siempre sepamos qué hay en nuestro plato, por ejemplo, cuando comemos comidas preparadas por otros, como en la cantina o en el restaurante.
Para todas estas situaciones podrÃa ser útil tomar complementos alimenticios para favorecer la digestión de la lactosa. Lactosì de Naturando es uno de estos suplementos.
¿Cómo actúa Lactosì?
Lactosì proporciona una gran cantidad de lactasa que, una vez que llega al intestino, puede descomponer la lactosa donde el trabajo del cuerpo no puede seguir el ritmo de la cantidad de azúcar ingerida.
La alta cantidad de lactasa, proporcionada con Lactosì, garantiza la digestión de la lactosa de manera oportuna, evitando el peligro de desencadenar los sÃntomas de intolerancia.
Lactosì tiene un alto contenido de lactasa
Una cápsula de Lactosì, gracias al alto contenido de Lactasa (14.000 unidades FCC), es capaz de digerir eficazmente unos 5 gramos de lactosa, el equivalente a 100 ml de leche. Una simple tabla contenida en el paquete muestra las cantidades de lactosa en los alimentos más comunes, lo que le permite ajustar las dosis a tomar.
Las cápsulas gastrorresistentes especÃficas garantizan la llegada segura de la lactasa al intestino.
Lactosì también contiene:
Hinojo - Gracias a su acción sobre el reequilibrio de los gases intestinales, colabora con la lactasa para el mantenimiento de un intestino sano;
Arcilla blanca - Completa la composición del producto.